QUÉ SERÍA SI DESPUÉS ...
¿Qué sería si después de conocer a Dios me sentara en una piedra a esperar? Nada, simplemente nada. Yo admiro cada paisaje alrededor,cada respiro del viento seco que llega de mi nariz a mi pulmón.
Cada piedra, textura y bordes,buscando siluetas perdidasy en medio de los acordes que figuraban crisálidas,
entre un cúmulo de espinos y mi vida por fin despejada, grité a cuatro vientos:
¡Qué hermoso es Dios! ¡Qué bello es mi creador!
Ríanse los que no conocen a Dios, que creen, es castigador, que llevan a espaldas su carga de pena, problema y preocupación.
El que no conoce a Dios ante cualquier estereotipo se hinca, se vence, se vuelve su fan, se pierde en su afán de encontrar salidas,al final idealiza incluso a un grupo de rock, al actor de moda, latas de refresco, calcomanías de moda y revistas de fútbol.
Toda naturaleza para mí, es Dios, sea cual sea, material o no, pero es don del creador,por eso disfruto la vida,
las palabras, la poesía, la novela escrita, un cuento ufano, ominoso o infantil, el agua, el viento, el fuego y la tierra,
me dan tristeza la guerra y el hambre, más no me conmisero por ellas, sólo pido a Dios que se haga su voluntad.
Aquél que no aprecia la naturaleza viva y lo que de ella se deriva,simplemente es naturaleza muerta.
Cada piedra, textura y bordes,buscando siluetas perdidasy en medio de los acordes que figuraban crisálidas,
entre un cúmulo de espinos y mi vida por fin despejada, grité a cuatro vientos:
¡Qué hermoso es Dios! ¡Qué bello es mi creador!
Ríanse los que no conocen a Dios, que creen, es castigador, que llevan a espaldas su carga de pena, problema y preocupación.
El que no conoce a Dios ante cualquier estereotipo se hinca, se vence, se vuelve su fan, se pierde en su afán de encontrar salidas,al final idealiza incluso a un grupo de rock, al actor de moda, latas de refresco, calcomanías de moda y revistas de fútbol.
Toda naturaleza para mí, es Dios, sea cual sea, material o no, pero es don del creador,por eso disfruto la vida,
las palabras, la poesía, la novela escrita, un cuento ufano, ominoso o infantil, el agua, el viento, el fuego y la tierra,
me dan tristeza la guerra y el hambre, más no me conmisero por ellas, sólo pido a Dios que se haga su voluntad.
Aquél que no aprecia la naturaleza viva y lo que de ella se deriva,simplemente es naturaleza muerta.
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